Hola Jessica! Los cuentos que te traigo han resultado ganadores en el Concurso Internacional de Cuentos Cortos para la Educación en Valores, y están publicados en la página de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles.
Espero que te gusten.
UN CHOCOLATE MUY ESPECIAL
-Mami, mami, hoy llegó una niña nueva a la escuela.
- Que bien cariño, ¿Jugaste con ella?
- No mami, la mordí.
- ¿La mordiste? pero, ¿por qué lo hiciste?, la niña nueva estará muy triste.
- Mami, yo quería probarla.
- ¿Probarla?
- Si mami, la niña nueva es de chocolate y otros niños la llamaron negra.
- ¿De chocolate?, ¿Negra? ¡Oh! Cariño ya entiendo. Ven, acércate, siéntate junto a mi, quiero contarte una historia…
Mira hace muchos años, en un país muy lejano existía una pequeña aldea en la que sus habitantes vivían muy tristes, porque el Sol cada día brillaba tan fuerte que solo les quedaba la noche para poder salir fuera de sus casas. Los niños no podían ir a la escuela, los papás no podían ir al trabajo…
- Pero mami, hoy también brillaba el Sol fuerte y fuimos a la escuela…
- Tienes razón cariño, pero fíjate, escucha…
En aquella aldea además de brillar muy fuerte el Sol, quemaba tanto, que los campos estaban sin flores, los ríos se secaban y si sus rayos tocaban en la piel de los aldeanos les producía unas quemaduras terribles. Entonces un día una niña pequeña como tú, le dijo a su mamá:
- Mami, esta noche buscaré al Señor Sol y le pediré por favor que deje de quemar nuestros campos, de secar nuestros ríos y de dañar nuestra piel. Él no me da miedo, la noche me protegerá y yo me cubriré muy bien.
La niña subió muy despacito una gran montaña esperando sin miedo a que el Señor Sol apareciera en el horizonte.
- ¡Señor Sol, Señor Sol!
- ¿ Quién me despierta tan temprano?, Aún no ha amanecido- La voz del Señor Sol era un poco ronca pero la niña no se asustó y continúo llamándole…
- ¡Señor Sol, Señor Sol por favor deje de quemar a mi pueblo!
Entonces el Señor Sol abrió sus brillantes y grandes ojos sorprendiéndose al ver a una niña pequeña envuelta en telas de muchos colores, despertándole tan temprano.
- ¿Qué haces aquí pequeña?¿Por qué llevas esas telas?, apenas puedo verte. ¿No tendrías que estar en la escuela?- Le preguntó El Señor Sol un poco disgustado-
Entonces la niña le explico con todo detalle el motivo de su visita.
- Si me quito estas telas, quemarás mi piel clara y me dolerá mucho- El Señor Sol se quedó muy pensativo y transcurridos unos minutos a los que la niña espero pacientemente le dijo:- Eres muy valiente, y tienes un gran corazón porque no solo has venido por ti, así que voy a hacerte un regalo. Buscó en un bolsillo de su gran bola radiante, sacando de él unos saquitos que entregó a la niña diciéndole: - Mira, dentro de estos saquitos hay unos pequeños escudos mágicos que protegerán tu piel y a todos los habitantes de tu aldea. Tu piel se oscurecerá y estará siempre protegida contra mis fuertes rayos. Para tus campos y tus ríos, mandaré a mis amigas las nubes para que preparen las estaciones de las lluvias y no se olviden de tu aldea.
La pequeña agradeció al Señor Sol todos sus regalos y marchó rápido hacia la aldea. Al día siguiente, todos los habitantes de la aldea habían puesto ya en su piel los pequeños escudos mágicos que les protegerían de los fuertes rayos solares. Su piel se oscureció, ¡estaban radiantes! Y la aldea volvió a la normalidad.
-Mami, entonces, ¿mi amiguita viene de un país lejano?. – Seguramente cariño, sus abuelitos o sus antepasados vinieron de lugares donde el Señor Sol quema mucho y una fina capa de su piel se oscurece para protegerles. Por eso tu pensaste que tu amiguita era de chocolate.
-Gracias mami, mañana le daré muchos besitos a mi nueva amiga, le pediré perdón y jugaremos juntas. Sabes mami, su cara estaba radiante.
EL VIEJO ÁRBOL
Una soleada mañana un hermoso pajarillo decidió pararse en una de las secas ramas de un viejo árbol. Mientras el ave limpiaba cuidadosamente su rojo plumaje, escuchó que el árbol se lamentaba:
-¡Qué triste me siento! ¡Antes era bello y frondoso, ahora sólo soy un montón de frágiles ramas! ¡A quien le importa un árbol que no da frutos! ¡Ni siquiera los niños quieren treparme!
-¿A que se debe tanta desdicha?- preguntó el pajarillo al árbol.
-Pues verás, hace más de dos meses que los dueños de esta casa se fueron y desde ese día no he probado una sola gotita de agua, si no llueve pronto seguro que moriré.
-¡Oh! ¡Que triste! Quisiera ayudarte, pero no sé como, sólo soy un pequeño pajarillo.
-¿Crees que puedas traerme aunque sea un chorrito de agua fresca en tu piquito?- Preguntó el árbol.
-¡Claro!- dijo el pajarillo- ¡Es una excelente idea!, voy a pedir ayuda a todos los pájaros del rumbo y juntos te refrescaremos ¡Ya verás!
-¡Muchas gracias pajarillo!- Exclamó el árbol.
Las palomas, los cenzontles, los jilgueros, las calandrias, y otras aves del lugar, se reunieron en el río y dirigidas por el pajarillo rojo llevaron en sus picos agua para el viejo árbol.
-¡Gracias! ¡Muchas gracias a todos! ¡Que feliz y vivo me siento!- Exclamó el árbol cuando, después de una larga espera, pudo disfrutar la lluvia que los pajaritos dejaban caer sobre él.
Todos los días los pájaros regaban con mucha generosidad al árbol. Poco a poco el viejo árbol recuperó su color, miles de hojas volvieron a crecer entre sus ramas y su tronco se hizo cada vez más fuerte. Todo él volvió a estar lleno de hermosas y fragantes flores que pronto se convirtieron en jugosas manzanas. ¡Que bello! El árbol volvió a sentirse vivo y frondoso.
La hermosura y presencia que el árbol daba al patio en el que vivía provocó que la casa nuevamente fuera habitada. Todos los días la señora de la casa regaba al árbol y éste cada vez estaba más resplandeciente. Los pájaros felices por la llegada de la primavera y por la dicha del árbol decidieron organizar una fiesta en el patio.
¡No! ¡No se paren en mis ramas! ¡Por favor!- dijo el árbol a los pajaritos- Que no ven que pueden tirar mis hojas, mis flores y mis frutos. A nadie le gustan los árboles secos. Busquen otro árbol para brincotear, hay muchos por este lugar. El pajarillo rojo, junto con los otros pájaros, se fueron muy tristes por la actitud del árbol a quien tanto habían ayudado.
La mañana siguiente una paloma intentaba hacer su nido en el viejo árbol. El árbol muy enfadado dijo- ¡Oye! ¿Qué no vez que puedes dañar y ensuciar mis ramas y mi tronco? Hay muchos lugares donde puedes hacer tu nido, por que no buscas otro- La paloma huyó avergonzada y entristecida. Lo mismo pasó con el jilguero y la calandria que intentaban alimentarse con las manzanas del árbol.
Poco a poco, los pájaros se alejaron del patio y dejaron de visitar al árbol. El árbol continuó hermoso y resplandeciente por un tiempo; pero cada día se sentía más pesado. Nadie comía ni tiraba sus manzanas. Tenía tantos frutos y flores encima que sus ramas y su tronco comenzaron a inclinarse. La señora de la casa pidió a su esposo que cortara el árbol porque en cualquier momento podría caerse.
El árbol, que escuchó lo que la mujer decía a su marido, lloró desconsoladamente. Los pájaros escucharon sus sollozos y acudieron al patio.
-¿Qué te pasa viejo árbol? ¿Por qué lloras?- Preguntó el pajarillo rojo.
-¡Estoy muy triste! ¡No dejé que ustedes tiraran mis flores, ni que comieran de mis frutos, ahora mis ramas pesan tanto que mi tronco se ha doblado y van a cortarme!
-No llores, viejo árbol, nosotros te vamos a ayudar- Dijo el jilguero.
Las aves comenzaron a tirar las manzanas, las flores y las hojas del árbol. Poco a poco el viejo árbol se enderezó y los señores de la casa decidieron no cortarlo. Aunque por un tiempo el árbol sólo tuvo unas cuantas hojas entre sus ramas, vivió feliz rodeado de pajaritos pues logro comprender el valor del agradecimiento, del servicio y de la generosidad.
6 comentarios:
Buenos dias, desde este rincón del universo al otro lado del oceano, leo los cuentos con moraleja que nos enseñan a ser más comprensibles y generosos.
Es muy bonito entrar en tu blog y leer todas estas historias.
Lo que hoy busco, son noticias
acerca de tu salud, entro buscando unas lineas que confirmen un gran adelanto en tu proceso de recuperación, por favor, déjanos saber que tal te encuentras de salud, espero que estes muy bien y muy feliz, te mando un poema
y un abrazo muy fuerte.
Ambar.
Y PARA MI QUIERO UN DÍA
Solo un día para mi quisiera, poder tener
Con agradables sorpresas que pudieran suceder
Un día de sol, bonito, paseando en un jardín
Admirar cosas muy bellas, un mundo de PAZ sin fin
Gratis, se nos da, lo mejor y más bonito de la vida
Está ahí, para nosotros, esta viva y respira
Es generosa y paciente, le arañamos sus entrañas
Le arrancamos sus tesoros, ella de todo se olvida
Para eso quiero un día, para meditar, pensar
Para sentirme feliz y cantar con alegría
Preciosas nubes se mueven como bolas de algodón
El aire juega con ellas mientras cambia su color
Las empuja suavemente hacia los montes y campos
El agua moja la tierra la cubre el sol con su manto
A mi no me piden nada, a ti te han pedido algo?
Mira si es generosa compasiva y placentera
Que manteniendo al honesto, al malvado mantuviera
Alumbra el sol cada mañana sin dejarse ni un rincón
Para el viejo, para el niño, para el rico y el ladrón
Aún así, comentarios y rumores a mis sentidos les llega
El hombre sigue matando a sus mujeres y vuelan
No quieren pagar sus culpas, son, los dueños de la tierra
Los que organizan y mandan, los que liberan y encierran
Pensando en esto y en más siento una gran agonía
Por que las buenas noticias quedan en segundo plano
Mientras lo que nos consume que es lo feo y lo malo
De la mañana a la noche no se esconde ni se encoje
Va soltando su amargura y deja a la tierra impura
En los años venideros esperamos, no sabemos
Si nos llegara la paz o tan solo la tortura
Para eso, quiero un día, para pensar y soñar
Que acabará la tristeza y llegará la alegría
Paseando en los jardines entre flores y avecillas
Viendo los peces saltar en las claras aguas frías
Sentarme en los campos verdes y sentirme complacida
Y en la arena de la playa correr como una chiquilla
Para eso quiero un día, mi día, tan solo un día
Llenar el alma de Paz, ser feliz, y nunca más dolorida.
Ambar 13 / 11 / 2009
Entradas como estas, son las que hacen mis dias más felices
Gracias
Estupenda semana
Besos de colores
Gracias Elizana, porque estas historias son como aquellas que de niño nos contaba mí madre y leíamos en la escuela. Pienso que con tan bellas historias los niños no atacarían a sus maestros, respetarían a sus padres y a sus mayores y tal vez incluso respetar
ian la Naturaleza. Afortunadamente seguimos contándolas personas como tu y como yo y muchos de los que vienen aquí... ¡todavía hay esperanzas para el mundo! Bueno es una broma, pero confiémos en que siempre haya gente dispuesta a contar historias así para que los niños y niñas aprendan a ser buenos. Un abrazo muy fuerte Elizana, y otro no menos fuerte para nuestra princesita. Juan Francisco.
me sente un ratito a leer tus cuentos que bellos son mil graciasss te cuidas bay
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Hola mi querida princesita, deseo que ya estés bien recuperada. Tu blogg como siempre con cuentos preciosos y la música muy bonita. Un abrazo y un besito.
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Estos son ﮨﯝﮨჱﮨﯝﮨ ﮨﯝﮨ
miles de besitos
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desde mi corazón ﮨﯝﮨჱﮨﯝﮨ ﮨﯝﮨ
Tómalos, amig@... ﮨﯝﮨჱﮨﯝﮨ ﮨﯝﮨ
son para vos!!!
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buenas tardess princesita y felicidades por estas viistas que se te multipliquen, los cuaentos que te dejaron estan muy bellos, que tengas una linda semanaa.
Besotes para vos !!
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